
Resulta que cuando nuestra hija cumplió un año se podría pensar que fue uno de los años con menos horas de trabajo profesional de toda mi carrera. Y fue verdad. Pero también que aprendí muchísimo no sólo en términos de paternidad (están llenos de vida) sino sobre todo a nivel de productividad.
Si me pongo a repasar las 10 más importantes, me salen estas:
- El nivel de productividad se complica cuando hay más de una persona. El tiempo compartido es más difícil de gestionar. Porque no todo depende de uno.
- No es lo mismo una oficina en una casa que una casa con una oficina. Hay que separar bien casa y trabajo. Mejor un despacho privado
- El nivel de interrupciones que genera un bebé (o cualquier persona dependiente) es enorme. Hay que bloquear las horas de trabajo, es decir, no dejarse interrumpir y tener un horario
- Con un bebé en casa es muchísimo más difícil trabajar mucho tiempo seguido. Es necesario tener ayuda (o sacar el niño de casa)
- Las tareas siempre llevan más tiempo de lo pensado. Hay que reprogramar la agenda porque el nivel de productividad no es el mismo
- Los bebés son magnéticos y cuesta desengancharse de ellos. Hay que perderlos de vista para poder concentrarse
- Un bebé tiene un límite, si no come, no duerme o no está bien, no puede aprender. Salud y Productividad están directamente relacionados
- Un bebé tiene un nivel de concentración increíble. Se centra sólo en lo que le interesa en ese momento pero con el 100% de atención (aunque no sea mucho tiempo). Ojalá yo tuviera esa capacidad.
- Un bebé no se cansa de probar, de equivocarse y de aprender continuamente hasta que logra la mejor solución. Ojalá yo fuera tan persistente
- Un bebé está centrado en lo que necesita, en lo que es importante. Ojalá yo estuviera tan concentrado
Lecciones importantes en un año tan productivo.
Actualizado del original (2012).