¿Y si tuviéramos la mitad?

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La aplicación de la Ley de Parkinson en productividad tiene que ver con el (buen) uso de las restricciones. Lo que dice es que, sea cual sea tu límite, lo vas a utilizar todo. Si tienes 2 (2 EUR, 2 horas, 2 personas, 2 … recursos) los utilizaras los dos. Es fácil pensar que hacer con el doble de recursos, pero ¿y con la mitad?. Porque aplicando la misma ley, si tuviéramos la mitad eso es lo que tendríamos que utilizar. Y la realidad nos pone muchas veces en esa tesitura. Por eso es mejor adelantarse y analizar nuestra realidad pensando, ¿y si tuviéramos la mitad, en vez del doble? ¿Y si en vez de tener una bicicleta último modelo, tuviéramos una antigua que restaurar? Es la discusión eterna sobre si tener más recursos o no, realmente nos ayuda.

Bicicleta Antigua

La aplicación práctica de la ley es muy directa y te permite analizar tus recursos y como los utilizas. Porque claro que es mejor tener más recursos, pero sólo si los gestionas bien. Las aplicaciones son múltiples pero centrándonos en la gestión de nuestro tiempo, aquí van algunos ejemplos (que trato de poner en práctica yo mismo):

  1. Y si en la siguiente reunión, en vez de poner como duración 1h, pongo 30 min, ¿tendría los mismos resultados? Porque ganaría 30 minutos
  2. Y si, al escribir un correo, hago la pantalla más pequeña (que quepan menos caracteres). ¿No escribiría más claro y conciso?
  3. Y si en vez de leer dos libros interesantes, sólo puedo leer uno. ¿Cual dejo? Porque así me centro en lo que necesito.
  4. Y si, para confirmar un evento, en vez de esperar hasta el último dia, supongo que es mañana. Porque eso me obliga a confirmar o decir que no ahora.
  5. Y si, mañana tengo la mitad de horas de trabajo, ¿a qué las dedicaría?

Nuestra queja habitual es que no tenemos recursos suficientes, pero en muchos casos, aunque tengamos más recursos el problema es el mismo. Las restricciones (como las crisis) nos ayudan a entender lo que nos sirve y lo que no. No es el recurso en sí (el tiempo, el dinero, los equipos) sino la gestión de esos recursos. Porque no se trata de hacer menos y peor, el reto está en quitar lo que no sirve y hacer menos y mejor.

Esa es la ventaja de tener la mitad.